Casa Circular

El proyecto en Las Garzas no solo se trataba del pedido de un cliente con quien compartimos años de confianza y recorrido, sino también de una serie de premisas que desafiaban nuestra forma habitual de proyectar. La casa debía respirar cierta impronta oriental, regirse por los principios del feng shui y, al mismo tiempo, sostenerse en una materialidad sobria y contundente, como el hormigón, en sintonía con su condición de casa de playa.

Para estar a la altura del encargo, imaginamos una casa circular, donde la fluidez fuese la idea motriz de todo el proyecto. En este esquema radial, organizamos un patio central, corazón calmo de la propuesta, que articula los espacios, los vincula y los obliga a dialogar entre sí. Con una intención zen, este vacío organiza la planta, reparte luz natural en ambos frentes de cada ambiente y regula la intensidad del habitar.

La casa se materializa y desmaterializa a cada paso, abriéndose con sutileza hacia las visuales privilegiadas del lote y replegándose para generar privacidad. En planta baja se ubican los espacios públicos, que se vuelcan hacia el bosque de cárcavas original del lugar. La planta alta, en cambio, contiene los espacios privados, orientados al mar, donde el horizonte amplía la percepción del espacio y aporta serenidad y energía a quienes lo habitan.